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C u e r p o   d e   l e c h e  /  2020 

instalación

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/ C u e r p o   d e   l e c h e. 2020

Manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo 

Dos metros de largo por noventa centímetros de ancho, y diez centímetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

2020

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Foto de archivo personal. 

La tumba de mi abuelo adornada por un colchón de plantas de jade 

Cementerio público del Espinal, Tolima.

Cuarenta y dos centimetros de ancho por veinte centimetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

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Manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo 

Dos metros de largo por noventa centímetros de ancho, y diez centímetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

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Manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo 

Dos metros de largo por noventa centímetros de ancho, y diez centímetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

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Vista aérea del manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo 

Dos metros de largo por noventa centímetros de ancho, y diez centímetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

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Detalle del manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo 

Dos metros de largo por noventa centímetros de ancho, y diez centímetros de alto

Galería Nueveochenta 

Foto Ana Borrero 

2020

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Detalle del manto tejido con hilos de leche. El tipo de nudo utilizado para tejer el manto se llama "Nudo de reunión" 

Galería Nueveochenta 

2020

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Detalle del manto tejido con hilos de leche. El tipo de nudo utilizado para tejer se llama "Nudo de reunión" 

Galería Nueveochenta 

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Detalle del manto tejido con hilos de leche

El hilo tejido es similar a un tipo de hueso o cartílago

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Detalle del manto tejido con hilos de leche

El tejido se extiende en el suelo del espacio al igual que una red. Es rígido y la superficie conserva la topografía de la tumba de mi abuelo 

Galería Nueveochenta 

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Detalle de la red que forma el tejido en hilos de leche 

Galería Nueveochenta 

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Hace unos años visité por primera vez la tumba de mi abuelo, y vi que la cubría un colchón de plantas de jade. En el Espinal (Tolima) las tumbas parecen jardines, y en ellas crece la fuerte intención de la tierra por hacer un manto sobre los cuerpos.

 

La obra Cuerpo de Leche es un manto tejido con hilos de leche que sigue la forma de la tumba de mi abuelo. Con el tejido de leche quiero reconstruir el vínculo material y afectivo con lo materno. Este gesto nace como una expresión material cargada de afecto, que busca dar continuidad a la vida en la muerte y cubrir el cuerpo con el primer contacto material – elemental y primario – que tenemos al nacer, el alimento.

 

La idea de tejer hilos de leche para cubrir un entierro, nace de un cuento corto de Marguerite Yourcenar llamado “La leche de la muerte”. La autora relata la historia de cómo una mujer, por la tradición de su pueblo, resulta tapiada entre los muros de una torre para mantener sus cimientos. A medida que las piedras cubren su cuerpo, la mujer solo tiene una petición: que no se construya muro a la altura de sus pechos para poder amamantar a su bebé. La torre se erigió, la madre murió y, desde el vacío del muro, una línea de leche siguió brotando para alimentar al niño. En mi proyecto retomo lo descrito por Yourcenar: la gota de leche soldada a la saliente de la piedra para dar de comer, y lo extiendo a la dimensión física de un manto tejido con hilos de leche, que cubre la tumba de mi abuelo.

 

Hace tres años, convierto la leche líquida en un hilo sólido para tejer. En un principio lo hacía en un laboratorio, ahora lo hago en la cocina, rescatando saberes artesanales en la elaboración de queso hilado. Para crear este hilo uso la leche que proviene de una finca de libre pastoreo en el alto del vino en el municipio de Facatativá.

 

En colaboración con la artista María Alejandra Torres elaboro cada uno de los hilos que conforman el manto y los preservo con sal. El hilo solo se deja tejer mientras esta húmedo, luego se convierte en un hueso.  La forma del tejido sigue el patrón del “nudo de reunión”, en esta técnica no se hace uso de ninguna herramienta externa a las manos; son el índice y el pulgar los que tejen.

El manto dialoga con obras de artistas invitados que expanden el imaginario de la leche y reflexionan sobre su materialidad. 

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